En la UPV-EHU con Alberto Garzón y Mikel Arana.

Invitados por el sindicato estudiantil Ikasle Ekintza,  el pasado 19 de Septiembre realizamos una conferencia en el campus de Donostia de la Universidad pública, acerca de las alternativas a la crisis.
Está fué mi pequeña aportación;
Me parece muy importante que siga habiendo organizaciones estudiantiles como la vuestra, preocupadas en defender la educación pública desde una óptica de izquierdas.
Porque estamos asistiendo también a la transformación del sistema educativo, una transformación que pretende volver al modelo caduco de la derecha y de los poderosos, ese modelo al que nunca renunciaron, que se les fue arrancando con luchas y esfuerzos.
Un modelo al que ahora ellos llaman de “excelencia”, y ya sabemos lo que significa para esta gente ese modelo de excelencia. Sencillamente que el que tenga pasta se pueda pagar la mejor educación, y los hijos de los trabajadores en cambio tengan que demostrar ser muy buenos, excelentes, para poder acceder a algún tipo de ayuda que les permita cursar esos estudios superiores. Ni más ni menos.
Y sabemos también lo complicado que puede ser alcanzar esos niveles de excelencia para un chaval que mientras estudia, tiene que buscarse la vida repartiendo pizzas o trabajando los fines de semana de camarero. El que tiene dinero solo tiene que preocuparse de estudiar.
Por eso es tan importante defender una educación pública, de calidad y gratuita. Para que todos tengamos las mismas oportunidades en los estudios.
Pero hoy nos habéis invitado para hablar de alternativas a la crisis y mis compañeros van a exponer esas alternativas que planteamos.
Yo solo voy a señalar, para ir haciendo la introducción en el tema que en los últimos años han surgido Voces y propuestas alternativas que vienen de diferentes ámbitos; ya sean nuevos movimientos sociales o populares como el 15M o no tan nuevos como el caso de  attac, pero también desde el  mundo sindical en sus diferentes siglas, o del ámbito de las organizaciones políticas como es nuestro caso, el de Ezker Anitza-Izquierda Unida.
Todas estas propuestas que han planteado como digo, colectivos tan variopintos, son alternativas que van todas ellas en el sentido opuesto de las que se están aplicando por los diferentes gobiernos. Y si nos paramos a analizar todas estas propuestas nos damos cuenta que coinciden muchísimo, que se planteamos en muchos casos, las mismas cosas.
Y todas son cuestiones concretas, se han planteado propuestas económicas y políticas que podrían llevarse a cabo de manera real. Son por lo tanto una alternativa a lo que nos están imponiendo, una alternativa a la crisis.
Pero quienes gobiernan nos dicen que no hay alternativa, que solo hay una manera, que es la que ellos plantean. No pierden el tiempo en discutir si lo que proponen y aplican ellos es mejor que las alternativas que se plantean desde diferentes ámbitos.
Directamente se hacen los sordos, como si nadie les estuviera lanzando mensajes y repiten un montón de frases hechas destinadas a hacer creer a la gente que no hay alternativas. Y estamos escuchando todos los días frases del tipo “estamos haciendo lo que tenemos que hacer”, o “no queda más remedio que hacer estas reformas”, o mi frase favorita: “estamos haciendo los deberes”.
Por eso creo que una de las primeras obligaciones que tenemos quienes planteamos alternativas, es la de hacer pedagogía de las mismas, darles difusión y que se conozcan. Para que la gente pueda decir si está de acuerdo con ellas o si no, pero que digan algo al respecto.
Para que la gente no repita por  que lo escucha en los televisores, todo aquello de “no hay otra opción”, “no se puede hacer nada”, “no hay solución”. Es decir para que la gente no se resigne, porque hay gente que te dice “no se puede hacer nada, no se puede luchar contra el sistema, contra los poderosos”, pero inmediatamente después están en el bar cagándose en lo mal que está todo, en los recortes, en la tasa de desempleo, en los políticos, en los banqueros…. Pero no hacen nada porque aunque no estén conformes con lo que está pasando, ya han asumido previamente que no se puede cambiar.
Porque cuando asumes que no se puede hacer nada para cambiar la realidad, efectivamente no haces nada.
Por eso queremos que la gente asuma que se puede cambiar la realidad, para que la gente no se resigne y decida dar un paso al frente.
El segundo reto, o la segunda labor a la que estamos obligados quienes planteamos alternativas, es lógicamente llevarlas a la práctica.
Y para llevarlas a la práctica hace falta una mayoría social convencida de la viabilidad de las alternativas y dispuesta a luchar para llevarlas a cabo. Esa masa social a medida que aumenta la crisis, es cada vez  más grande. tal y como se ve en la cada vez mayor movilización social, sea del tipo que sea; convocatorias de movimientos sociales, sindicales, agrupaciones de parados, stop desahucios, acciones reivindicativas de todo tipo, como las famosas acciones del mercadona etc… en Andalucia o Extremadura, que tanto revuelo han causado entre los tertulianos televisivos y demás.
Y creemos que el descontento social seguirá creciendo mientras siguen aplicando las políticas neoliberales, porque estamos convencidos de que estás van a seguir aumentando la desigualdad y el empeoramiento de las condiciones vitales de la mayoría de la población.
Y por lo tanto aumentará la conflictividad social y la movilización.
La respuesta social, la movilización y el conflicto social son absolutamente necesarios para que la contraparte, los poderosos o quienes gobiernan en su nombre, se vean en la obligación de al menos no ignorarte, y para ir conformando esa mayoría social.
Pero que viene después. Y aquí llegamos al punto donde yo quería llegar para ir finalizando y dar la palabra a mis compañeros.
Porque si no se da el paso siguiente al de la movilización y confrontación social, no habremos conseguido aplicar las alternativas y toda esa energía revolucionaria puede acabar estrellándose nuevamente en la resignación.
Hay que dar el paso siguiente, y el paso siguiente a la conformación de una mayoría social partidaria de las alternativas contrarias a las políticas que se están aplicando hoy en día, es la toma del poder político por parte de esa misma mayoría social.
Y esa toma del poder político pasa necesariamente por las urnas.
Si se conforma esa masa social mayoritaria antisistémica y alternativa, se tendrá que articular una herramienta capaz de aglutinar todo eso y de hacer que esa mayoría social sea también mayoría electoral para llegar al poder y transformar el poder político, convirtiéndolo en un poder real.
Es decir, un poder desobediente con quienes mandan hoy en día sobre el poder político, los poderes económicos, financieros, los poderosos de verdad. Los mamones que nos están jodiendo, para entendernos.
Y en Ezker Anitza, en Izquierda Unida, somos conscientes de que esa herramienta capaz de transformar esa mayoría social en mayoría electoral no será seguramente nuestra organización en sí misma. Pero si sabemos que nuestra gente, será parte de ello, por que estamos en esa pelea.
Y creemos sinceramente, que es muy importante que en los parlamentos, frente a quienes defienden las medidas que están tomando y frente a quienes defienden este sistema, estén personas que estén dispuestas a lanzarles a la cara, esos mensajes de la calle, de las movilizaciones, de los movimientos sociales etc
Personas dispuestas a defender esas propuestas alternativas de las que se va a hablar aquí, y personas dispuestas a desobedecer a aquellos poderes que mandan sobre los gobiernos y los parlamentos, los poderes económicos.

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