Artículo de opinión. Isabel Salud y Jon Hernández.
Estamos ante una situación excepcional y sin precedentes en el Estado, una crisis del régimen del 78 que no podemos ni queremos obviar
Estamos ante una situación excepcional y sin precedentes en el Estado, una crisis del régimen del 78 que no podemos ni queremos obviar. La aplicación del artículo 155 es una medida desproporcionada y antidemocrática que sólo sirve para elevar la tensión en Catalunya y en el conjunto del Estado, persistiendo en un grave error político que, además, da alas a posiciones intransigentes.
La intervención de la Generalitat por el Gobierno es, cuarenta años después de su restitución tras el franquismo, el reflejo del agotamiento del régimen del 78. Ni los resultados de la movilización del 1-O ni los de las elecciones autonómicas de 2015 legitiman una declaración de independencia por parte del nacionalismo catalán, que no está entre los objetivos de Ezker Anitza-IU ni de EUiA, cuyos proyectos se definen como republicanos y federales. Una declaración en estas condiciones se produce al margen de la mitad de la población catalana, ahondando aún más las carencias de contenidos sociales y de regeneración democrática de la hoja de ruta de JXS y la CUP.
Por otro lado, el bloque centralista y monárquico que conforman PP, PSOE y CS está tratando de articular una salida reformista y autoritaria a la actual crisis de régimen. Su lectura ultraconservadora del problema político en Catalunya, abordado a golpe de represión policial y judicial, esconde una salida recentralizadora para todo el Estado que va acompañada de un incremento de las fórmulas represivas para abordar problemas políticos. De triunfar esta opción involucionista, estaríamos ante un país menos democrático y más centralista. No podemos dejar de lado el papel del Rey en esta crisis, partidista y no neutral, que ha sido necesario para ensamblar el bloque reaccionario y monárquico.
La intervención del ciudadano Felipe de Borbón, además, ha servido para agitar aún más los ánimos del nacionalismo español, funcional a sus intereses. Este hecho compromete necesariamente el futuro de la monarquía en España al futuro del régimen del 78. Por ello, la República a día de hoy se ha configurado como una condición necesaria para la salida de esta crisis en clave social y democrática. Creemos que la única forma de resolver el presente conflicto político es a través de un proceso dialogado y negociado que garantice el ejercicio del derecho a decidir e incorpore como mecanismo democrático un referéndum pactado, que facilite la participación masiva de la sociedad catalana con posible expresión de las distintas opciones y que implique un debate serio sobre el modelo de Estado.
La mejor solución para asegurar un marco político adecuado es un proceso constituyente, participado desde abajo, que concluya en una nueva Constitución Republicana y Federal. Este horizonte constituyente es necesario en un país plurinacional y en el que la Constitución de 1978 ha quedado agotada como consecuencia de la ofensiva neoliberal de los últimos años.
Nuestro proyecto es la República Federal, vinculada necesariamente a la conquista y consolidación de derechos sociales para las clases populares y al reconocimiento del derecho de autodeterminación de los pueblos. Nuestro modelo de Estado incorpora la prioridad de satisfacer las necesidades básicas de la clase trabajadora en campos como el empleo, la igualdad, la educación, la sanidad, la vivienda, las pensiones y los servicios básicos, entre otros; defendemos el derecho a decidir de Catalunya como una cuestión democrática dentro de nuestra propuesta de un Estado plurinacional. La crisis de régimen debe finalizar con el inicio de una nueva etapa marcada por la garantía de cumplimiento de los derechos humanos.
En Ezker Anitza apostamos por iniciar una campaña para debatir un nuevo marco constitucional y que toda la ciudadanía se implique en el debate para garantizar la paz, la convivencia y la justicia social. Llevaremos nuestra propuesta por un Estado republicano y federal a todos los territorios haciendo partícipe a todos los actores sociales que compartan tal proyecto y garantizando que el resultado final sea un borrador de Constitución Federal ampliamente debatido y discutido. Por un Estado Federal en el que quepamos todas.